Lave el romero en agua fría y seca cuidadosamente con toallas de papel. Luego colóquelo en una bolsa de plástico o en un recipiente hermético forrado con papel absorbente. Manténgalo en el refrigerador por un período de 5 a 7 días. También puedes congelar el romero. Lávelo con cuidado, secarlo y póralo finamente. Colóquelo en una bolsa de congelación, presione el aire y sellarlo. Luego puede mantener las bolsitas en el congelador durante varios meses. Este método funciona mejor para Rosemary. Lave el romero y seque con cuidado. Atalo en botas pequeñas y cuélguelo hacia atrás en un lugar seco y bien ventilado. Una vez que las hojas estén secas y quebradizas, retírelas de los tallos y guárdelas en un recipiente hermético. Este método es útil si desea usar Rosemary para dar sabor al aceite de oliva. Lave el romero y seque con cuidado. Luego colóquelo en una botella de aceite de oliva y manténgala en un lugar fresco y oscuro durante una o dos semanas.